Palo de lluvia de comercio justo sostenible y realizado a mano por manos artesanas en Atacama (Chile).
Se fabrica con madera muerta recolectada por mulas en las colinas del interior. Posteriormente se secan y ahuecan. En su interior contiene pequeños trozos de guijarros. Cuando el palo se inclina suavemente las piedrecillas caen y su golpeteo con los palitos produce un sonido que se asemeja a la lluvia.
Con su comercialización se contribuye a mantener el medio de vida de las comunidades de paises en desarrollo, donde las ganancias son cruciales para intentar mejorar su calidad de vida .