Óscar se convirtió en padre y se quedó perplejo: esto no era como le habían contado. Hacerse cargo de la criatura e intentar conciliar la crianza con su trabajo de ilustrador… Casi nada. Fue ilustrando el primer año de convivencia con su hijo, reflexionando (con mucho humor) sobre todo lo que estaba viviendo: desde lo complicado que es abrochar los pijamas de bebé hasta el sentido más trascendental de la paternidad.
«Mucha responsabilidad me ha caído encima… Soy un hombre, un macho, un varón… y no creo haber oído nunca en mi vida cómo afrontar tu existencia con un hijo al lado. En las mujeres sí que hay una transmisión generacional de información. Pero como los hombres no hablamos de este tipo de cosas… así nos va».
Así es, se habla poco sobre los padres. Y los padres hablan poco sobre su experiencia, que suele ser brutal. Si ya has pasado por ello, con este libro te vas a sentir más que identificado. Si estás a punto de vivirlo, prepárate para conocer la verdad. Y en cualquiera de los casos, como poco, te vas a reír un buen rato.
EL AUTOR
Óscar Sarramia nació en Lleida en el 72. De niño hacía todas esas cosas que solían hacer los niños del 72: jugaba en la calle, se pelaba las rodillas, veía aquella TV con solo dos canales, merendaba Nocilla, soñaba con ser futbolista y llenaba de dibujos los márgenes de los libros del cole.
Un día su padre decidió aprender a pintar al óleo; y a él le encantaba acompañarle. Desde entonces, jugar al fútbol y dibujar fueron sus dos pasiones. Y después de comprobar que como futbolista no llegaría muy lejos, se formó como ilustrador, probando un poco de todo: publicidad, prensa, dibujos animados… Y mientras trabajaba en una de esas series de dibujos animados, en Barcelona, recibió una llamada de Adriana, su pareja. Estaba embarazada.
Hasta ese momento, toda su vida había ido rodada, «de manual». Pero tras ese momento todo iba a cambiar: estaba a punto de convertirse en papá…