Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla. ¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna?
Un cuento adaptado al sistema actual de pictogramas. Acerca la lectura a personas con necesidades de apoyo y ayuda a romper la barreras de la incomunicación.
A partir de 6 años.