En este libro, Lucía ha querido hablar a los niños en lugar de a los padres; por ello, está dirigido a niños de entre 4 y 10 años de edad. En él, utiliza un lenguaje sencillo y cercano, adaptado a su corta edad, para tratar de que niños y niñas aprendan a afrontar sus enfermedades y síntomas más comunes sin miedo.